Una bestia. No soy exactamente un lobo, ni un oso, ni un gorila, ni un perro, sino una criatura nueva y horrible que camina erguida. Una criatura con colmillos y garras y con pelo en todos los poros de mi cuerpo. Soy un monstruo. ¿Crees que esto es un cuento de hadas? Para nada. Sucede en Nueva York y sucede ahora. Y me quedaré así a menos que pueda deshacer el hechizo. Sí, el hechizo que me lanzó la bruja con la que iba a clase de inglés. ¿Por qué me convirtió en una bestia que se oculta durante el día y sale a merodear por las noches? Te lo contaré. Te contaré cómo solía ser Kyle Kingsbury, el chico que te gustaría ser, y después te contaré cómo me convertí en... la Bestia.
Estoy encerrada… sin nadie en quien confiar más que en ti… y en él. Su piel, esas garras, me tomaron por sorpresa la primera vez, pero ahora estoy notando algo diferente en él, algo más profundo. Es la mirada en sus ojos. Esta me dice que él tiene un secreto que esconder. Eso está bien, yo tengo uno, también. Creo que me estoy enamorando de él…
Lindy
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