"A veces elegimos olvidar las cosas que más nos lastimaron en la vida."
¿Qué ha olvidado Abigail? ¿Qué ha sido borrado?
Bastante, al parecer...
Abigail, la auto-proclamada bruja, se está desmoronando. Ella está molesta con el mundo, ante la infinidad de puertas que siguen cerrándose en su cara. Más que nada, ella está enojada consigo misma.
Cuando su mejor amigo Sammy interfiere en su espiral de auto-desprecio con una intervención, ella se encuentra entrando por la puerta de un exitoso despacho de abogados y directamente en el regazo de Marcus. Literalmente.
Él es sofisticado, divertido, atractivo... pero también solapado. Hay algo más sobre Marcus que Abigail nunca esperaba. Magia.
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