Ella era un fantasma, en tacones.
Ella estaba allí, entonces no lo estaba.
Jugaría con mis emociones como un buen guitarrista.
Entonces ella desaparecería. Haciéndome querer estrangularla.
Tal vez no era un fantasma, tal vez ella era una dadora de pecado. Porque pecamos cada vez que nos tocamos, cada vez que estamos cerca.
Sus labios tenían forma de corazón, engañándote con cada palabra.
Su cuerpo fue creado directamente de mis fantasías, una que anhelaba doblar a mi voluntad.
Su corazón, bueno, quién demonios sabe.
Ella mantenía esa mierda bajo llave. Y no podía encontrar la llave.
0 comentarios:
Publicar un comentario
¡Hola! Gracias por tu comentario. No olvides seguirnos en facebook para enterarte de todas las novedades. Esperamos que disfrutes del blog ^.^