Él hace las reglas. Ella las rompe todas.
Un nuevo comienzo. Es lo único que mantiene a Allie Harper en marcha, cuando empaca su vida y se muda por todo el país a Woodshill, Oregón. Ella está a punto de comenzar la universidad, desesperada por dejar atrás los fantasmas de su pasado. Incluso si eso significa nunca volver a hablar con sus padres.
Ahora la parte difícil: encontrar un apartamento antes de que comiencen las clases. Justo cuando parece que tendrá que vivir fuera de su auto, Allie visita un lugar más. Es bonito. Con una excepción: ¿puede soportar ser compañera de cuarto con el chico malo del campus Kaden White? Claro, Kaden es sexy con sus tatuajes y su actitud descuidada, pero también es un imbécil arrogante. Con ningún otro lugar a donde ir, Allie se muda.
Lo primero que hace Kaden es hacer un conjunto de reglas. O Allie obedece, o ella está fuera:
1. No hables de tus problemas de niña.
2. Mantén la boca cerrada si traigo a alguien a casa.
3. NUNCA vamos a conectar.
Bastante fácil, piensa Allie. ¿Quién querría involucrarse con un bruto como Kaden? Pero cuanto más lo conoce, más ve más allá de su brusca fachada. Él también alberga algunos secretos dolorosos. Para Kaden y Allie, cada vez es más difícil ignorar las chispas entre ellos. Y las líneas entre las reglas comienzan a desdibujarse.
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