Él tiene treinta y ocho. Yo tengo veintitrés.
Él habla español. Yo hablo inglés.
Él vive en España. Yo vivo en Canadá.
Él viste trajes de miles de dólares. Yo está cubierta de tatuajes.
Él está casado y tiene una niña de cinco años. Yo estoy soltera y no puedo comprometerme con nada ni con nadie.
Hasta ahora. Porque cuando se dice que no puedes elegir de quién te enamoras, chico, no es más que la jo*#da verdad.
***
Para una soñadora incansable como Vera Miles, sonaba como la experiencia de su vida. En lugar de pasar el verano inmersa en su especialización en astronomía, volaría a España, en donde pasaría unas cuantas semanas enseñando inglés conversacional a hombres y mujeres de negocios, todo mientras disfruta de alojamiento y comida gratis en un complejo aislado. Pero mientras Vera esperaba broncearse, conocer a gente nueva y darse un atracón de vino y paella, nunca esperó enamorarse.
Mateo Casalles no es como nadie que Vera haya conocido alguna vez, y mucho menos alguien por quien se sentiría atraída por lo general. Mientras Vera es un espíritu libre perforado y tatuado con amor por la música y la libertad, Mateo es un exitoso hombre de negocios de Madrid, todo trajes a medida y engreído encanto latino. Sin embargo, conforme pasan las semanas, se van volviendo más cercanos y su relación cambia de algo puramente platónico a algo… más.
Algo que hace que Vera se sienta viva por primera vez.
Algo que nunca jamás podrá ser.
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